17 abril 2012

Cuarto capítulo de la serie Con Leiva en la Carretera.

Una semana más, os traemos el cuaderno de bitácora de la gira Diciembre, un diario que están redactando entre los músicos de la banda de Leiva. Esta vez el encargado de la redacción ha sido Pachequín, trompetista de la formación.

Con Leiva en la carretera. Capitulo 4.
12 y 13 de Abril. La Riviera (Madrid)
Invitado.- Pachequín (Trompeta).

Esta vez, jugábamos en casa. Nos reuníamos después de quince días de desconexión (con Semana Santa de por medio). Así de intensos viví los dos días de show.
Jueves 12 de Abril. Primer concierto de Leiva en La Riviera.
Teníamos la prueba de sonido a las tres de la tarde, y a esa hora ya había gente haciendo cola para coger un buen sitio en la sala. Hace ilusión sentir el típico “gusanillo” en la tripa, cuando compruebas que hay gente dispuesta a esperar horas para ver al artista desde la mejor posición. Y esto, personalmente, aumenta mi nivel de nerviosismo…
Después de realizar la prueba de sonido, algunos miembros de la banda se fueron a casa; pero Tuli, César y yo nos quedamos en el camerino acompañados por una guitarra acústica. Mientras aguardábamos a la hora del show, tocamos algunas canciones que nos hicieron pasar un buen rato y liberar tensiones previas al concierto.
Lo que parecía lejano, estaba llegando… ¡Las 21:30 se acercaban! Como siempre estábamos todos juntos, pero cada uno con sus manías previas a un concierto. Leiva tocaba la acústica y Luismi le acompañaba con un shaker; Juancho y César le hacían los coros. Tuli y yo calentábamos. Manolo y Rober… no lo recuerdo… Pero minutos previos, antes de salir al escenario, todos nos juntamos para unir nuestras manos y gritar. Sacamos el león que llevamos dentro y nos “conectamos” para salir a darlo todo encima del escenario.
Y… ¡Por fin llegó el momento! Sintonía ¡y al escenario! El público, que abarrotaba La Riviera, ¡estaba entregadísimo! ¡No paraba de cantar! Hubo mucha emoción durante el concierto del jueves. Todos estábamos muy, muy contentos al terminar el show.
Después del concierto, como ya es habitual, estuvimos en el camerino tomando algo y también nos reunimos con los invitados al camerino de esa noche. Familia y amigos estuvieron allí para apoyar y darnos toda su energía. El jueves, unos fueron buenos y se fueron a acostar más o menos pronto (entre los que me incluyo) y otros menos buenos se acostaron muy tarde.
Viernes 13 de Abril. Segundo concierto de Leiva en La Riviera.
La prueba de sonido del viernes la tuvimos también a las tres de la tarde. Fue el momento para hacer balance y compartir lo felices que estábamos por haber hecho un concierto tan enérgico el jueves. Aún nos quedaba otro bolo, que esperábamos que saliera igual o mejor de bien que el primero. El viernes fue un día de concentración, que se resumió en disfrutar de forma más calmada del concierto. El jueves hubo energía, el viernes hubo elegancia. Gozamos encima del escenario, quedamos satisfechos y estábamos muy contentos por el show que habíamos ofrecido.
El viernes fue un día de celebración absoluta. El cansancio acumulado de dos días ya no importaba, había que disfrutar del trabajo bien hecho y de todos los seres queridos que el viernes también quisieron acompañarnos en La Riviera. Después del concierto, nos fuimos a Clamores a seguir celebrando nuestra alegría post- show. La fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada y hubo muchas risas. Fue un concierto increíble.
¡Gracias Madrid! ¡Nos vemos pronto!

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